domingo, 24 de noviembre de 2013

A 31 años, la vigencia de El Lanusazo

por Roberto "Chirola" Díaz*

 A 31 años de la gesta histórica, del 24 de noviembre de 1982, cuando los vecinos de Lanús le dijeron no a los abusivos aumentos del ABL y basta a la dictadura más sangrienta que padeció la Argentina, ya sufríamo baches en el pavimento.
       La gesta que se conoció como “El lanusazo”, nace con una inquietud acercada de los vecinos a la sociedad de fomento Villa Obrera, que yo presidía entonces. Allí unos 70 vecinos, sabiendo que en otras instituciones barriales se hacìan reuniones al respecto -como en Lanús oeste, Villa Diamante, Villa Jardin, Escalada, Alsina, etcétera- deciden convocar a todas las instituciones del partido para trabajar conjuntamente y difundir la consigna: no al impuestazo. En esto nos dio una mano el secretario general de la CGT Avellaneda- Lanús y delegado de los municipales de Avellaneda, el compañero Antonio "Cholo" García.
    A decir verdad la convocatoria fue un domingo, con la presencia de unas 3.000 personas. Fue un éxito y allí se decide una marcha al municipio, cuya sede funcionaba en un edificio en la avenida 25 de Mayo. Allí de parte de los diez mil convocados, le entrega un petitorio al intendente de facto, Luis Gregotti, una comitiva -de la que yo formaba parte- de unos 20 vecinos. No fuimos recibidos.  Y  encima se desencadenó una fuerte represión contra los convocados. 
En el lanusazo, si bien no fue una marcha partidaria, estaban presentes referentes de los partidos polìticos peronistas, radicales, desarrolistas, comunistas, socialistas. Con una sola
bandera: la argentina, enarbolando la lucha por los derechos de todos los habitantes.
Vaya mi reconocimiento, a todos los que hoy no están, como Francisco Vitipaldi, Ernesto Parodi, Gerardo Charrú, Atilio Montaruli, Ricardo Barrios, Inés Lopez y personas anónimas que hoy tampoco están presentes, pero acompañaron la gesta de aquel día denominada El lanusazo.
  Quiero  resaltar que hoy vivimos en un estado derecho, sabiendo que el pueblo no gobierna ni delibera sino a través de sus representantes. Confìo que a partir de la nueva conformación del concejo deliberante, se encontrarán polìticas adecuadas sin necesidad de aumentar las tasas de impuestos siendo el pueblo quien siempre paga la mala gestiòn de sus administradores.
  (*) Ex diputado provincial