domingo, 19 de enero de 2014

Paritarias 2014: ajustar a los capitalistas


por Lisandro Martínez*


lisandromartinez47@yahoo.com.ar

Hace 40 años Perón y Gelbard fijaron un plan de congelamiento salarial durante dos años para que las patronales continuaran produciendo con mano de obra barata. En 1975 el salario arrastraba desde hacía nueve años un retroceso enorme; en fábricas y empresas se discutía que el aumento salarial en paritarias no podía estar debajo del 100%, pero los ministros de economía Gómez Morales, Rodrigo y la presidenta Isabelita decidieron un tope del 25%. La bronca obrera los obligó a elevarlo al 40%. Rogelio Papagno, dirigente de la Construcción, se enganchó en la estafa y firmó por ese porcentaje; la mayoría obrera de su gremio y de otros sindicatos lo repudiaron y a los pocos días cuando firmaban en avalancha convenios por arriba del 100% suplicó se reabrieran las paritarias para la UOCRA.
  En 2014 los émulos de Papagno en Lanús y el resto del país declaran que reclamarán un aumento del 25% para los salarios. Esta posición política que protege los intereses de la patronal retrata el rol de la burocracia sindical. 
  No hay razón que puedan esgrimir los burócratas sindicales a no ser “la obediencia debida a la patronal” ya que en 2013 para Graciela Bevacqua, directora del Indec, “la inflación subió el 27,4% liderada por los precios de los alimentos básicos –carne, pan, verdura, frutas, fideos y lácteos- que subieron el 43,1%”. 
  Mientras para Clarín la inflación fue el 28,3%, una y otra cifra estuvieron por arriba de los aumentos conseguidos por los sindicatos en 2013 que fueron del 16 al  22% y que además se extendieron a varias cuotas lo que terminó licuando las cifras, imposibilitando el acceso a la canasta familiar. La responsabilidad de los sindicatos no es ajena a la hora de encontrar una explicación a cuál es la razón por la que no llegamos a fin de mes quienes ganamos menos de
$9.779, que es el costo de la canasta familiar según la Universidad de Rosario. 
  A pesar de que enero arrancó con un incremento del 66% en las tarifas de los colectivos, a lo que se sumó el alza en los peajes a nivel nacional y el incremento promedio del 10% en los combustibles, no escuchamos a Moyano, Barrionuevo y los dirigentes lanusenses convocando a movilizarnos ante semejante golpe al bolsillo obrero. 
  Como los analistas señalan que el piso inflacionario de enero no sería menor al 3,5% va de suyo que el descontrol de precios del gobierno K lleve el costo de vida anual al 40% si antes no se viene el Rodrigazo que está impulsando la amenazante UIA: “Si los aumentos llegasen a superar el techo establecido vamos directamente a un Rodrigazo”.
El conjunto de diputados que se reunió en la cámara para firmar el acuerdo de “defensa de la democracia” por el reclamo salarial de la policía indica que quienes sostienen y acompañan al gobierno K y están en contra del aumento de los salarios igual al costo de la canasta familiar son los Carrió, Binner, Solanas, Macri y Massa; ellos son quienes están interesados en que los cristinistas apliquen el Rodrigazo. Por el contrario los Nac & Pop entienden que el Rodrigazo puede convertirse para ellos en el canto del cisne. No obstante la voz del imperialismo que es quien conduce a la nación oprimida ha ordenado el golpe drástico y vamos hacia una mega devaluación y topes salariales. A pesar de ser esto público y notorio, los sindicatos eligieron actuar como Papagno y no quieren advertir a sus compañeros de la encerrona que les preparan los capitalistas. 
Si el movimiento obrero no actúa como síndico de la quiebra, es decir señalando a los responsables y que éstos sean quienes paguen la crisis, una vez más se beneficiará a las grandes patronales que van a aprovecharse de la crisis para volver a tener créditos internacionales que serán pagados por los contribuyentes, es decir pagará hasta el desocupado que compre el litro de leche con el 21% de IVA.
Kicilof se ha empeñado en que la devaluación diaria del salario y la moneda,  que ya cayó al 50%, reduzcan la inflación para no tener que dar el Rodrigazo.
 El plan del sanatero de Marx no tiene nada a favor del oprimido y en cambio quiere levantar el cepo cambiario y acelerar el giro de utilidades para que los monopolios envíen a sus casas matrices las ganancias. Con esta medida antinacional, “el chanta del marxismo”, pretende lograr financiamiento internacional para pagar la deuda anterior… pero esto abre a sus pies un precipicio difícil de sortear. 
Cristina y su equipo juegan sus últimas fichas en 2014 copiando al Perón que en 1952 aplicó su Plan de Austeridad: con un fuerte disciplinamiento obrero con salarios que cayeron un 20%, aumento del déficit fiscal financiado con emisión monetaria, control de precios de alimentos y tarifas públicas, manipulación de los excedentes de Seguridad Social y apertura al capital monopólico. El historiador Halperín Donghi  dijo: “Fueron medidas sustancialmente conservadoras”. Los K imitando al líder se apoderaron de la Anses y de las AFJP y aplicaron todo el recetario justicialista. La importación de petróleo en 1952 era el vehículo donde se fugaban las divisas, la sangría era injustificable, el país tenía yacimientos conocidos y otros que podían permitir el abastecimiento pero Stándar Oil se asoció con YPF. Hoy la fuga transita la misma ruta: Vaca muerta, YPF/Chevron. Son los límites insalvables del nacionalismo burgués y se pueden seguir simétricamente ayer y hoy.
En 2014 el derrumbe económico y político no sólo es del gobierno sino del régimen. La oposición un año atrás aseguraba que Cristina se aprovecharía del resultado electoral de 2013 para modificar la Constitución e ir a la re-re-re. Nosotros luego del 54% anunciamos el retroceso gubernamental. 
Ahora Sergio Massa, el hombre de dos reinos -Ucede y Vaticano- que debe rescatar al capital aspira a ser el árbitro de la discusión paritaria docente sin la presencia de maestros y profesores que están de vacaciones. 
A todos estos personajes a los que Cesare Lombroso hubiera incluido en su catálogo criminal, hay –como dijo el General- que hacerles tronar el escarmiento con el  “vamos por lo nuestro”.
Paritarios elegidos por asambleas con mandato de un mínimo de $8.500 indexado trimestralmente. No al pago de la deuda. Nacionalización de las privatizadas bajo control obrero. Plan de desarrollo económico. Nacionalización del sistema financiero para evitar la fuga de capitales y concentrar el ahorro nacional.
  Por una salida económica y política en manos de los trabajadores.
    *Miembro del PO