Ayer, el director y dirigente, replicó a La Defensa por la noticia que decía que la policía había detenido a un sujeto -Carlos Leandro “El Negro” Segovia de 34 años- que comercializaba droga, en un local del Movimiento Evita que él, Balladares, dirige en Lanús: “En primer lugar, quiero desmentir totalmente lo allí expresado, y dejar asentado públicamente que dicha persona no pertenece ni tiene vínculo alguno con nuestra organización”, decía Balladares.
Y luego, imbuido de la fiebre antiperiodística que caracteriza a los de su laya, admonizó a La Defensa: “La propagación de noticias falsas es un flagelo que crece cada día más, por eso desde la dirigencia política y los medios de comunicación debemos hacer un llamado a la reflexión, a aquellas personas que utilizan estos métodos para alterar la convivencia democrática con este tipo de prácticas”, escribió por e-mail.
Ahora dejemos que las imágenes hablen: Arriba a la izquierda, Balladares y El Negro Segovia confundidos en un abrazo. A la izquierda Segovia, en tiempos de pandemia, en el comedor social -¡sí, en un comedor social! ¡Vaya uno a saber lo que cocinaría!- del Movimiento Evita con el afiche de Balladares de fondo. Y abajo, una pintada hecha por “El Negro” Segovia, para la candidatura de Balladares a intendente el año pasado.
¿Por qué Balladares se esforzó tanto, mintió tanto, y hasta llamó a Nestor Grindetti para quejarse por la nota en La Defensa? No es misión de este medio investigarlo. Tal vez sea la misión de la UFI 1 ante la que Balladares prometió presentarse y bien que hace en ir, porque no va a ser la primera vez que se cruzan los caminos de la droga y de la política.
¡Ah, y para para Cafiero, su subordinado Balladares, en qué categoría de “gente” entrará?
