sábado, 21 de julio de 2012

Los K en apuros: Entregan a Schiavi, tiran a Darío y rescatan a Pedraza


Por Lisandro Martinez *

lisandromartinez47@yahoo.com.ar


El actual gobierno será recordado porque llevó al paroxismo el plan de privatizaciones menemistas, que sirviera para que los negocios se establecieran sin ningún riesgo para el capital, asegurándole el Estado a los concesionarios una tasa de ganancias record. Esto se completó con subsidios millonarios y desinversión en material rodante e infraestructura, lo que significó incomodidad, inseguridad y accidentes de toda índole con heridos y muchos muertos.    
Sólo en cuatro años los accidentes ferroviarios evitables han dejado cerca de 70 personas muertas y más de 1.000 heridos, varios con miembros amputados. La masacre de Once es la más reciente, con 51 muertos y 700 heridos.
El resumen, la catarata de accidentes en los ferrocarriles argentinos indica varias anomalías,
la primera y más violenta es que a la administración Kirchner le importa muy poco la seguridad de obreros y usuarios. La obsolescencia del tendido de vías propicia descarrilamientos y accidentes, sin embargo no se intentó en diez años ningún recambio del material férreo, tampoco ninguna forma de prevención, esto a pesar que ya existe en el mercado internacional un dispositivo, del tamaño de una caja fósforos, que evita el descarrilamiento de los trenes mediante el control del desgaste de las vías. “La nueva tecnología fue desarrollada por el Instituto Indio de Tecnología (IIT), con sede en Kanpur” (25/11/2011 www.cronicaferroviaria.blogspot.com.ar)
Ahora, el ministro Randazo ha anunciado que a partir del 6 de agosto se lanza el boletazo aumentando el precio del viaje 90%, sólo (por ahora) para quienes no posean la tarjeta SUBE. 
Pero la SUBE, que fue presentada en sociedad por medio de un decreto de necesidad y urgencia en 2009 con Jaime, Secretario de Transporte, se conoce ahora fue un fraude orquestado desde el gobierno con el patrañoso Juan Pablo Schiavi, ex Secretario de Transporte, quien trabajó en esa estafa al erario público bajo las órdenes directas del Banco Mundial; un devenir lógico de un integrante del nacionalismo burgués cuyo sentido de independencia nacional y política siempre depende del engrosamiento de su billetera personal.  
El propio gobierno propagandizaba en febrero, antes de la masacre de Once, que se venía el boletazo: “Si querés viajar en tren o en colectivo y no tenés la tarjeta SUBE, vas a perder el beneficio del subsidio”.
Schiavi está siendo entregado a los leones por la camarilla k, que antes lo utilizó para denunciar a trabajadores ferroviarios efectivos y tercerizados que cortaron las vías el 23/12/2011, como saboteadores y extorsionadores a pesar que reclamaban por actas firmadas e incumplidas por el poder político. Hace pocos días atrás “los saboteadores y extorsionadores” inventados por el juez Armella, Schiavi y la Ministra Nilda Garré fueron sobreseídos. Y Schiavi, viendo que su pellejo no vale dos guitas, salió a decir intentando zafar, que lo de la SUBE se trataba de “una estafa entre privados. Aquí el Estado no tiene nada que ver”.
Una argentina, Marcela Ashley es especialista en transporte, habla cuatro idiomas, estudió en Estados Unidos y se diplomó en La Sorbona. Stephen Chandler le ofreció implementar en Buenos Aires la Oyster Card, la tarjeta para viajar en el transporte inglés. Por los medios Marcela Ashley se enteró que ganaba u$s 24.300  mensuales para supervisar la SUBE, su trabajo había comenzado desde 2011 aunque la mujer nunca se enteró ni cobró un sope. “Me quería morir cuando veía colas desde las cuatro de la madrugada para conseguir la tarjeta. En Londres jamás vi a la gente muerta de calor matándose por la Oyster ni tener que mostrar su documento para que se la den” (La Nación 11/7/2012). Cuenta que cuando volvió de uno de sus viajes “vi esas máquinas en los colectivos y no lo podía creer. No tenían nada que ver con la Oyster”. El relato destapa una cloaca inmunda ya que no solo orquestaron desde el gobierno una estafa sino que además de la anomalía de haber adjudicado el control del SUBE a la empresa que cotizó más caro, el servicio resulto de inferior calidad del que se brinda en Londres. 
La orquestación de la estafa es el verdadero modelo que se siguió al pie de la letra con los subsidios, los videos de “los ferrochorros” de la periodista Miriam Lewin dan cuenta de toda esta operatoria seguida a pie juntillas en Ferrobaires. A más de 1.300 personas se les usurpó la identidad para hacer con los salarios de esos supuestos empleados ferroviarios una gigantesca caja durante años, que era repartida entre la burocracia sindical, la UGOFE y los funcionarios gubernamentales, quienes aceitaban el proceso dándole a Rolando Martínez las tarjetas para cobrar. Pedraza un experto en estafas y asesinatos ha sido quien le dio el quórum necesario con sus delegados a la Presidenta para que arme una CGT a imagen y semejanza de los “Gordos”, con el servicio de inteligencia del Batallón 601 Gerardo Martínez, el privatizador Oscar Lezcano, el especulador inmobiliario de “Tierra Santa” Cavallieri y el “cazador de zurdos” Juan Belén. 
Pedraza ha establecido con la Presidenta “que viene por todo” un pacto para zafar en el juicio por el asesinato de Mariano Ferreyra y esto lo relata la solicitada del 63º Congreso de la Unión Ferroviaria efectuado en Mar del Plata: la Unión Ferroviaria “confía plenamente en el deseo del gobierno nacional de que prevalezca la verdad (…) sobre nuestros compañeros encarcelados” Diario Crónica 8/7/2012.
Quien delira soñando “la manera que se concretaría la acción de defensa del actual modelo kirchnerista” está mirando el Canal Volver, no se dio por enterado que “Clarín miente” y Cristina ya nominó a Darío para que se las pique del municipio y le deje su lugar a un pajarraco de ocasión. Esto clarifica que la Presidenta “de todas y todos” actúa como el Nowhere Man “hombre de ningún lugar” (del film  Submarino Amarillo) que termina auto fagocitándose. CFK no solo es destituyente con el Gobernador sino también es golpista contra cualquier intendente, aun los que le sirven de “correveidile”.
  Por lo tanto si el delirante desea continuar en su puesto que no respalde a Darío y que hable de “sotamanga” al pasar, no sea que la morocha se le indisponga y lo ponga de patitas en la calle. 
                                      (*) Militante del Partido Obrero